A menudo nos encontramos en situaciones donde intentamos resolver un problema, pero en lugar de mejorar, terminamos en una posición aún peor.
¿Cuántas veces nos hemos visto tentados a simplemente «añadir una solución» sin considerar nuestros procesos actuales?
Es como poner un parche que pretende solucionarlo todo, pero en realidad solo suma capas y complica aún más nuestros procesos.
En la mayoría de los casos, las soluciones más efectivas surgen al eliminar lo que no funciona.
La simplificación es el camino hacia el éxito.
Puede parecer contradictorio, pero es más económico y sencillo.
A menudo nos cuesta entender que lo simple funciona mejor y que menos es más. Al simplificar nuestro negocio, incluso antes de enfrentar dificultades, logramos una agilidad excepcional y desbloqueamos nuestro potencial de crecimiento.
Entonces, te pregunto:
¿Cuándo fue la última vez que realizaste un diagnóstico de tu negocio?
¿Abordas los problemas con parches o te enfocas en simplificar?
Te leo.